LA TERAPIA CON IMANES
Los seres vivos están compuestos por elementos que integran un conjunto. Dichos elementos tienen que compartir la misma frecuencia vibratoria o ser capaces de producir sistemas de adaptación. Si el proceso de adaptación fallara o la resistencia individual fuera baja, se producirían lesiones en los tejidos biológicos.
La salud en todas las formas de vida depende de la neutralización armónica y el equilibrio de todos los elementos vibratorios. Los fenómenos de simpatía con el ambiente, estudiados en Física, ocurren por frecuencia de vibración. Estos fenómenos son extensivos al comportamiento humano y a sus relaciones afectivas.
Las células tienen polos magnéticos
El cuerpo humano está integrado por millones de células que funcionan por tener polo positivo y polo negativo, formando un campo electromagnético. Las vibraciones de sus tejidos le dan una identidad individual, cuya impronta es percibida como única. La suma de vibraciones de los tejidos biológicos se transmiten por medio de la piel, constituyendo una red o malla, que un operador entrenado puede leer por medio del tacto sutil. Esta red que circunda al cuerpo físico se denomina campo electromagnético, plasma biológico o aura En caso de producirse una modificación en el equilibrio vibratorio, la persona estará en riesgo de perder su estado de salud.
Tiene sus polos en los extremos, de signos opuestos. Si trazáramos una línea vertical desde la cabeza hasta el extremo inferior de la columna vertebral, que comprende el eje neuro-glandular formado por la hipófisis, la tiroides, paratiroides, suprarrenales y gónadas, podríamos considerar que el hemicuerpo derecho es el polo positivo y el hemicuerpo izquierdo es el negativo. Es de suma importancia el abordaje de tratamientos que respeten las reglas de polaridad del organismoLas alteraciones estructurales de los átomos se hallan en la base biológica de las patologías en los tejidos, que componen los distintos órganos. La acción del campo magnético reorganizará el funcionamiento orgánico, restablecerá las polaridades adecuadamente y se ocupará de las carencias electromagnéticas, para la prevención de futuras lesiones.
Alcances de la terapia con imanes
La terapia de campos magnéticos puede ser utilizada para acelerar la consolidación de fracturas óseas. Pero su alcance llega hasta los trastornos emocionales y los fenómenos derivados del estrés. Los desgarros musculares, el síndrome del túnel carpiano, las desviaciones de columna, la rigidez del cuello y de los miembros inferiores son tratados eficazmente por medio de la aplicación de imanes terapéuticos adheridos al cuerpo.
En la terapia con magnetos permanentes, se utilizan desde pequeños imanes circulares hasta imanes de alta densidad.
Para el manejo del dolor se colocan pequeños imanes circulares sobre la superficie corporal en las áreas hacia donde irradia el dolor conocidas como puntos disparadores del dolor. Los imanes utilizados en este tipo de terapia generan campos de 350-500 gauss (diez veces la fuerza de un imán utilizado en aparatos de alta tecnología). Para mantener el imán en su sitio, se utilizan banditas autoadhesivas. Para el estrés y el insomnio se propone la utilización de imanes en las sábanas o en la cama lo que implica generar campos magnéticos de alta intensidad ya que hay pérdida de energía por la falta de contacto con la piel, por ejemplo en estas condiciones un imán de 4000 gauss solamente irradia hacia la persona, una potencia aproximada de 1200 gauss.
LA IMPORTANCIA DE LOS POLOS
Los imanes poseen dos polos: positivo-sur y negativo-norte, además varían en intensidad y tamaño. Cuando una persona carece de la formación profesional adecuada que lo habilite para discernir en qué casos utilizará uno u otro polo o las potencias adecuadas a cada caso particular, es conveniente que tome nota de las normas que rigen para el uso domestico y primeros auxilios con los imanes. La OMS ha determinado, luego de cuidadosos estudios, que se consideran seguros sólo aquellos imanes que se hallan dentro de un rango de 300-500 gauss de potencia.
Tiempo de tratamiento: depende de la intensidad del dolor y del imán utilizado. Se recomienda colocar el imán en la zona afectada por tiempos que varían desde unos minutos hasta varios días.
Frecuencia de tratamiento: es variable, se determina de acuerdo a cada condición particular. Usualmente el tratamiento se realiza varias veces por día durante varios días o semanas. Si el dolor remite se considera que es tiempo de retirar el imán pero ante el primer síntoma de dolor recurrente, se vuelve a colocar en la zona que corresponda.
¿ FUNCIONA EL TRATAMIENTO?
La explicación de cómo funciona la terapia con imanes es tan controvertida como el tratamiento en sí mismo. Varias teorías sustentan la importancia de la aplicación de campos magnéticos por su influencia sobre el movimiento de los fluidos corporales. Además, conociendo que el imán atrae al hierro y que éste es el principal componente de la sangre, podemos afirmar que produce un suave aumento de la circulación en la región donde se aplique, contribuyendo así a la buena oxigenación de los tejidos adyacentes. Los imanes actúan a nivel del sistema nervoso, sobre las cargas eléctricas que éste utiliza para enviar sus señales. Algunos autores opinan que los imanes actúan sobre los fluidos corporales mejorando la irrigación de los tejidos dañados, aportándoles oxígeno y nutrientes